3ª generacion

3ª GENERACION - SATCHITANANDA

Tras la marcha de Antón y Marta el lugar queda deshabitado. Se pone a la venta pero han de pasar otros 10 años hasta que el lugar comience su nueva etapa.

En Agosto de 2013 llegamos los fundadores cargados de ilusión y tras un año de transición lleno de viajes semanales desde A Coruña con el furgón Mahanaia hasta los topes, nos instalamos definitivamente en 2014.

Fundadoras en la Biblioteca (2014)

Primero vivimos en alquiler unos años gracias a la buena voluntad de Antón y su apoderado, Ramón. Nunca llegamos a conocer físicamente a Antón, retirado en Tomiño. Al fallecer éste en 2016 fueron sus herede@s y en particular Mabel quienes nos permitieron seguir en alquiler hasta que se inició el proceso de adquisición del lugar en 2018. Ahora el espacio tiene nuevos cuidadores que continuarán haciendo progresar el lugar.

Si la primera generación representaba a la medicina alopática, la segunda al naturismo - ocultismo - parapsicología y fitoterapia, nosotros representamos el siguiente escalón de esta lógica evolución: un nivel más sutil de sanación a través de la práctica del Yoga (físico-vital-mente-espíritu). Aunque por supuesto conviviendo con todas las anteriores y abiert@s a cosas nuevas que van surgiendo.

Om Namo Bhagavate

BASES FUNDACIONALES

EL YOGA EN SATCHITANANDA

AUROVILLE, LA INSPIRACIÓN

Las superficies de la vida son fácilmente comprensibles; sus leyes, sus movimientos característicos, sus utilidades prácticas están al alcance de nuestras manos y podemos cogerlas y aprovecharnos de ellas con suficiente facilidad y rapidez. Pero no nos llevan muy lejos. Bastan para una activa vida superficial y cotidiana, pero no resuelven los grandes problemas de la existencia. Por otra parte, el conocimiento de las profundidades de la vida, sus poderosos secretos, sus grandes, ocultas, omnideterminantes leyes, nos resulta excesivamente difícil. No hemos hallado ninguna plomada que pueda sondar esas profundidades; nos parecen un vago e indeterminado movimiento, una profunda obscuridad de la que la mente se aparta voluntariamente para jugar con el vaivén y la espuma y los fáciles resplandores de la superficie. Sin embargo, son esas profundidades y sus fuerzas ocultas lo que debemos conocer, si queremos entender nuestra existencia; en la superficie hallamos sólo las leyes secundarias de la Naturaleza y leyes prácticas marginales que nos ayudan a superar las dificultades del momento y a organizar empíricamente, sin entenderlas, sus continuas transiciones.

Sri Aurobindo
El ideal de la unidad humana, Cap. 1 (1915)